miércoles, 3 de octubre de 2012

jueves, 27 de septiembre de 2012
Es nuestra meta. La meta de cada rotario en todo nuestro universo que cuida y protege a la sociedad desde la infancia.

Nuestra meta no decrece, se suma y se alimenta mientras haya un nuevo caso de Polio en el mundo. Donamos con ilusión y participar en forma activa es un privilegio.

Ha sido en Delhi mi participación como rotaria junto a rotarios de todo el mundo, junto a los rotarios de India organizados en lugares de vacunación dentro de los slums donde se vacuna a todo niño menor de 5 años.

El recorrer el slum, zona densamente poblada sin higiene y sin condiciones básicas de convivencia y lograr una vacunación puerta a puerta y cuarto a cuarto es una tarea de organización, coordinación y control digna de héroes, por lo difícil de la zona propia de los slums donde viven los más pobres de los pobres de una sociedad con 1.241.500 millones de habitantes donde nacen millones de niños cada año.

En los años 90, India tenía el más alto nivel de Polio del mundo. Labor intensiva y sin descanso dentro del país y en sus fronteras han logrado por primera vez que en 2011 que no haya detectado un solo caso de polio!!!

Y se debe continuar durante dos años más sin caso alguno para ser erradicada.

La Fundación Melinda y Bill Gates junto con Rotary Internacional son los mayores donantes que aportan todos los fondos necesarios para llegar a cada lugar del mundo donde es necesaria la vacunación masiva.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef son quienes determinan cada año las Jornadas Nacionales de Vacunación y los rotarios indios son los líderes que aportan su experiencia y sus conocimientos locales para determinar los lugares donde se emplaza cada centro de atención sanitaria.


Los voluntarios visitantes son quienes administran las “dos gotitas “, pintan con marcador indeleble el dedo meñique de cada niño y como cariño especial les entregan un juguete.

Asimismo son los voluntarios indios quienes entran en los cuartos y en los patios para hablar con los adultos y padres en su mismo idioma. Dado el entorno y la insalubridad del slum es imposible que lo haga otra persona.

Complementan el programa con visitas a hospitales, conferencias en el edificio de la OMS y Unicef, visitas a escuelitas para niños, adolescentes y mujeres que funcionan en pleno slum con el apoyo de diferentes clubes rotarios como obra social a la comunidad.

La integración de las Inner Wheel (esposas e hijas de rotarios) cuya colaboración para la recaudación de fondos y sus programas de apoyo son muy valiosos.

Ésta es una experiencia de vida única que nos hace sentir como voluntarios seres privilegiados dentro de la sociedad.

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