Quienes somos
parte de este proyecto llamado Rotary, somos protagonistas de ese trabajo épico que emprendemos para recuperar y
superar las desigualdades en un mundo de necesidades, por ello todos los Rotarios
nos sentimos orgullosos cuando se alcanzan esos objetivos, más allá de
algunas y lógicas dificultades. Rotary sin duda con sus actuaciones, ha cambiado y le sigue cambiando el rostro al
mundo. El motor del sacrificio y de la
amistad que siempre hemos cultivado en Rotary
es una fuerza de tsunami muy difícil de detener.
En esta
ocasión, es justo reiterar nuestro reconocimiento a todo el Club
de Jerez, a quien le correspondió dirigir la gran obra del centro
del Alzheimer con un costo aproximado de tres millones y medio de euros
.Hoy el edificio es ya una realidad en la ciudad donde se construyó con muchos
sacrificios y muchísimo trabajo. Por eso hay que dar las gracias, quitarse el sombrero y otorgar
el verdadero merito a todos los socios antiguos del Club de Jerez por el gran
esfuerzo y servicio que han prestado a la comunidad.
En los tiempos
que corren, no podemos obviar el hecho de que en la sociedad, los poderes públicos y los gobiernos en
general, no llegan a satisfacer o paliar
esas necesidades, por lo que Rotary juega un papel fundamental
como un instrumento para contribuir al bienestar de los menos favorecidos.
Esta crisis
de principios en la que también vivimos,
se puede explicar por la decreciente importancia del debate de las ideas
éticas, sobre todo dirigido a los más jóvenes que, no olvidemos, son el futuro
de la sociedad. Desgraciadamente, muchas veces es reemplazado por adhesiones
egoístas y muy materialistas en una sociedad en donde vale el todo por el todo y sin ningún escrúpulo.
Este deterioro
ético de las personas, afecta brutalmente al núcleo de la sociedad y de la
imagen de la familia, como se demuestra en todos los estudios de opinión
pública. Quienes tenemos mayores responsabilidades en el ámbito social y tenemos
la suerte de pertenecer a Rotary, no podemos permanecer indiferentes frente a
esta cruel realidad. Debemos actuar con coraje y decisión, con el objeto de
cambiar radicalmente esta percepción de la ciudadanía. Si no lo hacemos, no
estaremos cumpliendo con nuestras responsabilidades básicas como verdaderos
Rotarios y serán nuestros hijos y los
que hoy son las más jóvenes, los encargados de recordarnos algún día cuales fueron nuestras responsabilidades.
Para lograr
los mayores niveles de credibilidad en Rotary,
todos debemos hacer un esfuerzo por cambiar algunas de nuestras conductas.
Mediante la moderna tecnología actual, como
son las redes sociales, estamos cada vez más intercomunicados e informados.
Suponen un excelente medio para pregonar a los cuatro vientos cual es el camino verdadero
y ético que la sociedad debe tomar y seguir.
Especialmente,
debemos desterrar cualquier signo de prepotencia que nos impida dialogar
con humildad con la gente, a partir de su realidad cotidiana, que muchas veces es dura y dramática.
Durante nuestra
acción, los Rotarios estaremos siempre abiertos a acoger planteamientos serios,
con la idea de lograr mayores niveles de transparencia y austeridad.
Siempre con el denominador ético como base de todo Rotario y en esta línea hay que tomar medidas muy
concretas, y llevarlas entre todo el club hacia delante.
Por otra parte,
es imprescindible como decía nuestro fundador Paul Harris respetar,
escuchar y promover el debate de las ideas de los demás
socios. Sin ideas, la actividad de Rotary no tendría sentido en su seno y
terminaría replegándose y haciéndose estéril todos nuestros proyectos.
El Club, es por
excelencia, el lugar donde podemos y debemos discutir
los grandes temas y proyectos. La educación y el verdadero espíritu de
Rotary exigen un vigoroso intercambio de
ideas y opiniones. Una de las características de la base de Rotary es la
diversidad de enfoques y sensibilidades. El Rotario debe ser muy tolerante y
respetuoso con la diversidad de las ideas de los demás, con el imperativo ético
que consiste en defender las convicciones de cada uno, siempre con humildad y
tolerancia ya que estamos obligados al éxito ético de nuestros proyectos, pero
siempre consensuado entre todos los socios y amigos del club.
Todos los
clubs, estamos inmersos en muchos proyectos que deben ser discutidos,
planteados y consensuados por todos los socios y naturalmente siempre
encaminados a alcanzar con un altísimo nivel de transparencia.
Los
clubes necesitan de proyectos ambiciosos
para continuar con su proceso y metas de Rotary. Durante el año Rotario, los
clubs van a tener y tienen todo el apoyo del distrito como sistema de ayuda
y asesoría, sin olvidar el soporte
de Rotary International, que nos permita
contar con los conocimientos técnicos y asesoría necesaria, con el objeto de
aumentar el nivel de eficiencia y trabajo con nuestra comunidad.
Nosotros hemos
tenido el gran honor de recibir un Paul Harris. Como seres humanos, esto
siempre tiene un componente lógico de vanidad, pero cuidado, también nos hace
sentir con un grado de responsabilidad
futuro para todas nuestras actuaciones dentro de nuestro Club en particular y
dentro de Rotary en general. Por ello, aquí queremos aprovechar el agradecimiento sincero y las muestras de
simpatía que hemos recibido siempre por
parte de todos los miembros del Club
de Jerez ya que desde nuestros inicios siempre hemos tenido el calor y
el apoyo incondicional de todos ellos. Todo esto nos lleva como hemos dicho
antes a la responsabilidad y al compromiso de ser mejores y atender a todos los
deberes que surjan en nuestro Club y en Rotary.
Para concluir
quiero señalar, que este es un momento muy especial para mí y para toda mi
familia, por el hecho de habernos
concedido a la vez tres Paul Harris (padre y dos hijos). Supone sin duda,
asumir conscientemente una enorme responsabilidad que implica ser mejores y
continuar trabajando por nuestra comunidad, teniendo claro que la primera responsabilidad
es con nuestro Club y con las necesidades que nos rodean. Debemos asumir este desafío, conscientes de que a partir de
hoy, nos queda un largo trabajo por hacer ya que como decía la Madre
Teresa de Calcuta nuestra ayuda no deja de ser como dar una gota de
agua en un océano de necesidades y a veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar,
pero el mar sería menos si le faltara una gota.
Club de Jerez
(16 diciembre
2011)
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